miércoles, 7 de agosto de 2024

FLOR DE PAPEL


     Tiene un nombre afortunado pues dura semanas fresca. Se llama flor de papel. Hemos plantado dos  y van dando flores una tras otra. Mi querida Guadalupe vive en Flor de papel, una calle del distrito Este de Sevilla. Al principio creía literalmente en el nombre de la flor. Ahora advierto su sentido metafórico. En la calle Flor de Papel he vivido prácticamente todos los fines de semana de los últimos seis años. Allí he aprendido a querer desinteresadamente, como nunca antes lo había hecho. Ese mantra de mi maestro Thich Nhat Hanh que dice "querida, estoy aquí para ti" ha tenido mucho que ver en el asunto. así también toda la transformación que ha supuesto la práctica de la plena consciencia, la respiración consciente, la práctica semanal con la sangha...

    Cuando conocí a Guadalupe me prometí a mí mismo que esta vez no sólo debería enamorarme de las virtudes sino también de sus defectos. Así ha sido en general, aunque es bien cierto que hay hábitos en ella que me cuestan más aceptar. 
    Normalmente en la relación amorosa uno espera recibir, más que dar. La frase anterior de Thay no era para mi la predominante en las anteriores relaciones de pareja sino justo la contraria: "Querida, estás aquí para mi". Cuando tengo la expectativa de que el otro está ahí para mi, estoy abonado a la frustración y a la insatisfacción pues el otro jamás podrá cubrir esa demanda que se esconde, consciente o inconscientemente, detrás de dicha frase. Creo que esto sucede con demasiada frecuencia en las relaciones de pareja. Ambos enamorados ponen demasiada expectativa, demasiada ilusión en el resultado sin darse cuenta de que el amor era otra cosa...y que no lo trae uno de fábrica, sino que debe aprenderlo frecuentemente con dolor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario