martes, 11 de marzo de 2014

LA PACIENCIA


Dicen que es la madre de la ciencia... yo creo, aun sin rima,  que es la madre de la sabiduría.

 Hoy he perdido la paciencia. O sea, que no he sido sabio. Mi ignorancia me ha sacado de quicio y entre las bisagras desvencijadas he reconocido mi cabreo, mi furia por la situación de este país llamado España, mangoneado por sus dirigentes políticos y empresariales y ninguneado por Europa.

¿Qué os voy a contar que no sepáis? 
Pero a mi me ha dolido en el alma el ninguneo y desprecio del partido popular hacia las víctimas del 11M. Ese cinismo y desvergüenza que con tanta deshonestidad se enseñoreó de periódicos como El Mundo o radios como la COPE difundiendo el infundio, la calumnia de la "trama etarra" en el atentado. Incluso se despreció a las víctimas, a sus representantes, a los funcionarios encargados de la investigación.
Y diez años después y con la evidencia de que ETA no estaba ni aparecía por ninguna parte, no hay ni siquiera el reconocimiento de la falta, la humildad de pedir perdón a tanta gente inocente.  
Me he dejado llevar por la rabia. He sido poco sabio... pero ellos han sido ignorantes, muy ignorantes y han hecho mucho daño y siguen sin reconocerlo.
Están tan ensoberbecidos que la monstruosidad de sus actos comienza a desfigurarles el rostro humano. La cara de la Bestia asoma a través de las gaviotas en un azul manchado de sangre inocente.
Algún día quizá se darán cuenta... si son tan valientes como para reconocerlo y mirarlo de frente. Quisiera estar lleno de compasión ese día, libre de ira,  para no arrojarles todo mi desprecio a la cara. 

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